Yván Gil
Mientras Venezuela atraviesa problemas en el abastecimiento de los
principales rubros alimentarios debido a la crisis más aguda de su
modelo capitalista, algunos propios y muchos extraños se han lanzado
a pregonar la idea que el modelo agrario propuesto por el Comandante
Chávez ha sido el responsable de dicha crisis.
Esto es uno de los argumentos más intensos de la burguesía
parasitaria desde el mismo año 2001, cuando el Gobierno Bolivariano
probó la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario como desencadenante a
la política agraria que generó la transformación más espectacular
en lo social, político y económico de sector rural alguno en todo
este continente.
La actitud revisionista que algunos pretenden asumir no hará otra
cosa que agravar el problema, cayendo en una dinámica perversa que
apuntalará las ganancias de la oligarquía agraria y desplazará a
los campesinos y a su oferta diversificada de productos del campo.
Antes de la llegada de la Revolución, en Venezuela padecíamos una
situación de inseguridad alimentaria: la población estaba siendo
alimentada por debajo de los parámetros recomendados mundialmente,
la disponibilidad energética alcanzaba escasamente las 2.000
kcal/día, la subnutrición infantil prevalecía de manera importante
y así cada indicador era vergonzosamente una señal que el modelo
que nos habían impuesto por casi 100 años estaba muy lejos de la
necesidad popular. La agricultura era un completo desastre, de
nuestros campos apenas salía un 20% de dicha oferta raquítica de
alimentos.
La política de Chávez no solo trajo la dignificación del campesino
y la transformación social del medio rural, sino que llevó la
oferta de alimentos a niveles jamás vistos en Venezuela. Con el
incremento de la inversión agrícola alcanzamos los máximos
productivos en casi todos los rubros para los años 2008 y 2009,
antes de padecer problemas ocasionados por la sequía más intensa de
la que tengamos registros.
Llegamos a una disponibilidad diaria energética de más de 3.000
kcal, de las cuales el 50% eran de aporte nacional. La superficie
sembrada aumentó en más de 1 millón de hectáreas y pasamos de 14
a 20 millones de toneladas producidas localmente. Rubros como la
leche crecieron de una producción de 45 a 80 litros/persona/día.
Logramos records de producción en caña de azúcar, maíz, arroz,
carne bovina, pollo, huevos, girasol, hortalizas.
“No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles
para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del
neoliberalismo, para acabar con la Patria” fueron las palabras
del Comandante Chávez, aquel diciembre. Es evidente que nuestro
líder sabía lo que vendría, y estamos seguros que detrás de los
ataques al modelo agrario socialista, está la oligarquía de
siempre, empeñada en la restauración de un modelo anacrónico,
latifundista y expoliador.
Ante este escenario, la fórmula chavista también nos la dejó
nuestro Comandante Eterno: ¡Unidad, Lucha, Batalla y
Victoria!...¡Venceremos por el camino de Chávez!

Publicar un comentario