¿Perdió la paz o ganó la
abstención?
Leyenda: En plebiscito en Colombia el SÍ no hizo campaña. FOTO
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Colombia vive una “democracia” con 63 puntos porcentuales de
abstención
Por Andrés Barrios Pantoja
¿La abstención le ganó a la paz? o ¿los colombianos prefieren
vivir con ese conflicto interno que ha durado más de 40 años?,
estas son algunas de las interrogantes que se asoman luego de que el
pasado domingo 02 de octubre ganara el “NO” en el plebiscito para
refrendar el acuerdo de paz.
Colombia es una nación con cerca de 45 millones de habitantes de los
cuales 34 millones 899 mil 945 son aptos para ejercer el sufragio,
sin embargo durante las pasadas elecciones los votos válidos
alcanzaron la cifra de 12 millones 800 mil 004, los votos no marcados
fueron 86 mil 173 y los votos nulos fueron 170 mil 894, según lo
informó la Registraduría de Colombia en su página web.
“Esto indica que cerca de 22 millones de colombianos que están
aptos para votar les importa poco la suerte de su patria. Los que si
fueron a votar se encontraron con un estrecho margen de apenas 50 mil
votos que le dio la mayoría al “NO” que representa la opción
de renegociar al acuerdo, pero que en el fondo es un obstáculo para
la paz”, así lo expresó Juan Carlos Tanus, activista
neogranadino por los Derechos Humanos.
Para Tanus los resultados electorales obedecen a una serie de errores
sumados a elementos planificados desde la derecha y la oligarquía
Colombiana, pues por un lado el presidente colombiano Juan Manuel
Santos quien “jugó a que el “SÍ” ganara de manera natural sin
que se le introdujera el elemento motivación al que históricamente
incentivan en sus campañas”.
¿Quién votó por el SÍ y quién no?
La elección del “SÍ” al acuerdo de paz se quedó en las manos
de los pueblos más pobres, ese pueblo ha sufrido en carne y sangre
propia los flagelos de la guerra, sin embargo las clases dominantes,
las clases alta y media alta no participó a favor del acuerdo de
paz.
Al revisar los mapas electorales se observa que quienes votaron en
aprobación al acuerdo de paz fueron los habitantes de la periferia
del país, la región de la Guajira, Magdalena, y toda la costa
atlántica, “con excepción del departamento de Antioquia donde
gana el Uribismo (NO) lugar donde confluyen factores armados que
históricamente se han disputado un sector del departamento que sirve
como mirada de escape hasta Panamá”, explicó el defensor de los
DDHH.
Según Juan Carlos Tanus este escenario en el que la paz ganó en la
periferia pero no en las grandes ciudades se debe a que las urbes
grandes están más vinculadas a los medios de comunicación y allí
se concentra el poder de la manipulación mediática de la industria
comunicacional concentrada por la burguesía y la derecha
neogranadina.
Paradójicamente dos departamentos fronterizos con Venezuela: El
Norte de Santander y Arauca votaron por el NO, mientras que Bogotá
le dijo SÍ a la paz.
“La duda recae en cómo se concreta la paz con alguien que históricamente ha impulsado la guerra, sus manos están llenas de sangre del pueblo, tiene delitos de lesa humanidad, y que es cuestionable en la política por estar vinculado a la parapolítica”
¿Con ese resultado quien gana?
Para Tanus no hay duda que el mayor ganador del pasado proceso
refrendario ha sido el expresidente Álvaro Uribe, quien “logró
meterse en la dinámica de los acuerdos, logró introducirse en las
negociaciones y conversaciones entre las partes principales”.
Pero ¿qué implica que Uribe haya adquirido un papel protagónico
en el proceso de pacificación?
“Ahora que Uribe está dentro de la torta de las negociaciones,
puede estar jugando no solo a que sea considerando el tema de la
amnistía para guerrilleros, policías y militares vinculados a los
falsos positivos, sino también juega a la posibilidad de reordenar
el acuerdo de paz, usando la consigna de que la economía colombiana
está muy golpeada y que no hay manera sostener un acuerdo político
que realmente llegue con la conformación de estructuras de orden
social que determine la paz en Colombia”, opinó Tanus.
Aunque el panorama en Colombia “no está fácil” la verdad es que
en el pasado estuvo peor cuando se producían muertos a diario.
“Gracias al cese bilateral del fuego ya no se producen muertos por
la movilidad del conflicto, ha disminuido la población que se ha
visto obligada a desplazarse, eso significa que este proceso de
pacificación que ha evitado la pérdida de muchas vidas sería el
mayor incentivo para trabajar en una iniciativa consensuada entre las
partes”, evaluó Juan Carlos Tanus.
“Sin embargo, la duda recae en cómo se concreta la paz con alguien
que históricamente ha impulsado la guerra, sus manos están llenas
de sangre del pueblo, tiene delitos de lesa humanidad, y que es
cuestionable en la política por estar vinculado a la parapolítica”,
alertó.
La paz es un beneficio ganar ganar
Lo cierto es que aunque algunos factores apuesten porque la paz en
Colombia no cuaje, este proceso de culminación del conflicto
neogranadino representa un ganar ganar. “Gana las Farc porque podrá
ir a las ciudades a hacer política, se le entregarán curules para
que en lugar de fusiles tengan micrófonos con los cuales ejecutar la
política, mientras que el Gobierno se favorece porque las
transnacionales, que han forzado el acuerdo, van a tener posibilidad
de llegar a zonas donde hay oro y metales preciosos el cual podrán
explotar”, explicó el activista colombiano.
Resalto que lo más importante de esta coyuntura es que se deben
buscar elementos novedosos para llevarle a la colombianidad a
superar el tema de la abstención, pues vive una “democracia” con
63 puntos porcentuales de abstención incluso en temas tan
importantes como la paz de esa nación.
Colombia es una nación de 45 millones de habitantes en la que solo
13 millones toman las decisiones del rumbo del país.

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