LOS PAPELES DE FRANCIA
Hoy el peligro de que los sectores más radicales tomen la sartén de la oposición por el mango es mucho más claro
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| El pueblo movilizado en defensa de la Revolución. FOTO ORLANDO UGUETO. |
Néstor Francia
Decíamos en un análisis reciente, después de la llamada “Toma de Venezuela” del pasado miércoles, que “las cosas parecen precipitarse más hacia una profundización de las contradicciones que hacia una solución dialogada” ¿Qué habrá pasado desde el jueves, cuando escribimos este artículo que publica hoy lunes 31 de octubre? No podemos saberlo, pero ensayaremos algunas conjeturas.
La verdad es que cómo quisiéramos un diálogo político en Venezuela que alcanzara acuerdos mínimos que permitieran ahorrarle al pueblo los sufrimientos de una confrontación con episodios de violencia, pero lamentablemente, como solemos decir, la terca realidad actúa según sus propios caprichos que suelen no adaptarse a nuestros deseos. Ya el día de la “Toma” corrió sangre y, una vez más, el cielo encapotado anuncia tempestad.
En la actual coyuntura política nacional, la peligrosa agudización de las contradicciones pareciera ser consecuencia de los reiterados fracasos de las tendencias menos radicales de la oposición. En nuestro Análisis del 2 de septiembre, después del 1S, nos congratulábamos de la victoria obtenida por la escualidez de esa marcha opositora y porque se había preservado la paz, pero advertíamos: “El peligro es que la izquierda más radical va a tener razones para terminar de mandar al diablo a los “electoralistas” de la MUD. Ellos no tienen fuerza para tumbarnos, pero vemos cómo se preparan para emprender abiertamente el camino del terrorismo. Que hayamos ganado la ba- talla del 1° de septiembre no es motivo para descansar”.
Hoy, el peligro de que los sectores más radicales tomen la sartén de la oposición por el mango es mucho más claro. No solo por las fuertes presiones internas del ala más radical de la vocería política derechista, sino además porque la masa social opositora movilizada está cayendo en desesperación y está exigiendo a la MUD y a los partidos contrarrevolucionarios actuar ya para tumbar al Gobierno. En la “Toma de Venezuela”, que por supuesto no fue tal, pero que tuvo modestas manifestaciones en varias latitudes, este fenómeno se hizo notable.
De hecho, una reseña de la agencia española de derecha EFE, deja en claro lo que estamos señalando: “El ambiente en las calles del este de la capital, y especialmente en la autopista Francisco Fajardo de Caracas que une al este con el oeste del país, la principal arteria vial de la capital venezolana, era esta vez de caras de descontento y frustración”. La agencia reporta que cuando los voceros políticos opositores hablaban desde la tarima, los asistentes a la manifestación los retaban con consignas como “No tenemos miedo”, “Si ustedes no van, nos vamos nosotros”, “Ustedes están cagados, el pueblo está resteado”. EFE añade que los manifestantes “lanzaron un rotundo ‘¡No!’ cuando el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, mencionó la palabra diálogo”. Según este reporte, “El portavoz de la alianza habló de la posibilidad de que la lucha contra el Gobierno también sea llevada a una mesa de diálogo con el chavismo con la intermediación del Vaticano y una comisión internacional, lo que fue rechazado de plano por la audiencia. “Hoy es el día, el pueblo está en la calle”, “Ni un día más”, “No al diálogo” y “Miraflores”, fueron las respuestas de los manifestantes”. El sector más radical de la derecha ha logrado su objetivo de colonizar la mente de la base social opositora activa por medio de la siembra del odio y de la ilusión de que Maduro y la Revolución son débiles. Ahora todo parece estar listo para la cosecha de violencia y muerte.
Por lo pronto, la derecha comienza a repicar los tambores de la guerra. Han anunciado un “Gran paro cívico nacional” para el pasado viernes (no sabemos qué será de eso cuando escribimos esta líneas) y una manifestación el 3 de noviembre que llegaría a Miraflores, esto acompañado de un lenguaje altisonante. Henry Ramos Allup vociferó que “Todo el pueblo de Caracas, así cierren la autopista o las carreteras, nos tiren encima la fuerza represiva del régimen, el 3 de noviembre pacíficamente, democráticamente y constitucionalmente le vamos a notificar a Nicolás Maduro que fue declarado por el pueblo venezolano incurso en responsabilidad política y abandono de cargo”, al tiempo que reiteró su posición de que el domingo 30 de octubre “no hay diálogo”: “No hay diálogo el domingo, iba a haber una aproximación que no se va a dar por las razones que se conocen”.
Por su parte, Freddy Guevara, vocero del partido fascista Voluntad Popular, el de Leopoldo López, declaró que “los venezolanos estamos angustiados, se los dice alguien que tiene familiares buscando medicinas. Pero no solo se trata de salir del gobierno, sino de hacerlo bien y para hacerlo bien tenemos que lograr pasar la última etapa. En ese sentido convocamos a todo el pueblo venezolano a protagonizar un Gran Paro Cívico Nacional de 12 horas este viernes 28 de octubre y el próximo jueves 3 de noviembre todo el país a movilizarse a Miraflores”.
Entretanto, circulaba profusamente por las redes sociales la etiqueta subversiva “#VenezuelaLlegóLaHora”.
Claro, como siempre, hay un factor que estos facinerosos parecen olvidar: que el pueblo revolucionario está y seguirá también en la calle, y que la dirigencia de la Revolución no arruga ni se pone a la defensiva. El dirigente socialista Diosdado Cabello ha sido claro, con respecto a la amenaza de paro: “Ellos quieren llamar a una huelga para este viernes, le voy a decir algo a los señores gobernadores y la Fuerza Armada empresa que se pare, empresa que será tomada por los trabajadores y por el pueblo”. Y ante la intención del golpe parlamentario, agregó: “Este pueblo no se va a quedar con los brazos cruzados”.
Por lo pronto, revivamos una consigna que fue popular en los años 70 del siglo pasado: ¡A prepararse para los enfrentamientos! .

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