Por Diego Olivera Evia
Una nueva farsa de la
denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), han creado peligrosas fisuras
en sus partidarios, las falsas fotos enviadas al exterior son de la marchas del
2002, las imágenes reales son pequeños grupos guarimberos que queman buses,
vehÃculos y agreden a la policÃa y a las autoridades, muchos detenidos con
armas, granadas y molotov, son la consecuencia de más de 15 años, agrediendo a
los chavistas y al gobierno bolivariano y quieren sacar del gobierno al
presidente constitucional Nicolás Maduro.
El desconocimiento de las
leyes y de la Constitución ha creado un oasis de mentiras, desde los 6 meses
que daba Ramos Allup, al asumir su amañada presidencia, despojando a Julio
Borges, como la mayorÃa de la oposición de Primero Justica (PJ), marcó el
comienzo de un mandato de adecos, con Voluntad Popular, planes y bravuconadas,
el ataque a las otras instituciones como TSJ, CNE, la Fuerzas Armadas y a la presidencia de la República.
El fracaso de la “Toma de
Caracas”, del 1 de septiembre y para rematar una huelga general sin apoyo de
nadie, pone en duda la capacidad de movilización de sus partidarios, quienes
han abucheado a los lÃderes de la MUD, que viven de la mentira.
El apoyo a esta fratricida
alianza de la ultraderecha local con EE.UU y varios gobiernos de derecha, que
buscan la aplicación de la carta democrática con la esperanza de una
intervención extrajera, carece de apoyo en las instituciones venezolanas, en
las Fuerzas Armadas, como en el pueblo chavista organizado. Pero no podemos
subestimar al enemigo, la unidad y la movilización popular, son las base de la soberanÃa y la independencia de Venezuela.
Se debe ampliar el apoyo de
UNASUR, CELAC, Movimiento no Alineados y la alianzas con Rusia y China, que han
ofrecido un apoyo ante cualquier intervención, pero indudablemente la unidad
del pueblo organizado y consciente, es la garantÃa de la continuidad de la
revolución bolivariana.

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